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Durante el velatorio del exmandatario Alan García, el exaprista y excandidato de Acción Popular a la Presidencia de la República, Alfredo Barnechea, ha dado una lección imperecedera de politiquería barata y oportunismo que ojalá lo lleve a ser apartado de cualquier intento del partido de la lampa de relanzarse y ser una opción interesante de centro en las elecciones del 2021, en que sin duda tiene que haber una gran renovación tras el escándalo “Lava Jato”, que ha salpicado a casi todos.

Si ver a Barnechea visitando obras al lado del saliente alcalde de Lima, Luis Castañeda, una vez que Jorge Muñoz ya había sido elegido burgomaestre de la capital por Acción Popular ya mostraba al exaprista jugando su propio partido, lo del discurso electorero del jueves último en la Casa del Pueblo ya fue demasiado, pues ha mostrado que el hombre no tiene bandera y que le falta mucho para ser un líder mesurado y a la altura de las circunstancias.

Es evidente que desde el 2016 Acción Popular ha tenido un resurgir interesante. La propia candidatura de Barnechea permitió a la lampa de Fernando Belaunde tener una bancada con cinco legisladores propios, algo que no consiguió en sus décadas de olvido y descrédito tras la debacle del segundo mandato del arquitecto (1980-1985). Luego vino el triunfo de Muñoz en Lima, lo que no se veía desde que Eduardo Orrego ganó la alcaldía capitalina en 1981.

Sin embargo, si Acción Popular quiere seguir en alza y tener posibilidades en el 2021, debería analizar las conductas erráticas de Barnechea y apartar a personajes nocivos para cualquier aspiración electoral como Yonhy Lescano, actualmente suspendido de sus funciones legislativas tras ser acusado de acoso sexual a una periodista. Los intentos de algunos de sus colegas de bancada por blindarlo han sido patéticos.

La política sin duda será renovada a partir del 2021, y las agrupaciones que buscan sobrevivir tras el escándalo “Lava Jato”, que ha manchado a los de acá y a los de allá, deben apostar por rostros sin tachas y sin haberse hecho famosos por papelones y pachotadas como las lanzadas por Barnechea en el velatorio del expresidente García, en el que hasta habló de “cuando seamos gobierno”. El Perú merece un gran cambio, y quien no sea consciente de eso no va a ninguna parte.