Mientras escribo, Venezuela elige a gobernadores en sus 23 estados luego de las últimas elecciones del año 2012, donde el chavismo se impuso en 20 estados. No sabemos aún cuál será el resultado, pero sería lógico que la oposición antichavista saque más gobernadores que la última vez, a pesar de que Maduro y sus seguidores han hecho hasta lo imposible por desacreditar a la oposición y complicar las elecciones, por ejemplo cambiando los lugares de votación a última hora.

No es imposible que la oposición se fortalezca democráticamente (en lo que cabe) con estas elecciones, y en realidad sería lo requerido, pues no solo las calles son las que mandan, aunque en las dictaduras como la de Maduro muchas veces desde el centro del poder no se puede hacer mucho.

Venezuela, uno de los países más ricos del mundo, es ahora un lugar donde la gente no quiere vivir. Día a día sentimos más acento venezolano en el Perú, y hemos demostrado que somos capaces de retribuirle a ese país, que en los años setenta cobijó a muchísimos peruanos. Hoy el Perú es un país de acogida y les permite a los venezolanos vivir y trabajar en paz.

Sin embargo, la oposición venezolana aún no tiene una victoria importante contra el chavismo/madurismo, y quizá se deba a que para ganarle a Maduro, con tanto dinero del petróleo, se requiere actuar en varios frentes: el económico, donde los grandes países que ahora le compran petróleo a Venezuela deberían establecer, cuando menos, cuotas, y en lo posible cambiar de proveedor; el frente de la calle, donde los jóvenes no deben bajar la guardia y seguir protestando; y el frente interno de la llamada democracia institucional, que es la que se decide hoy con la elección a gobernadores. ¡Ojalá se abra un puerta más para la libertad de Venezuela!