Las agendas de Nadine Heredia en Correo

Mientras las agendas de la señora Nadine Heredia se encuentran en manos del Ministerio Público para las investigaciones respectivas, Grupo Epensa, empresa editora del diario Correo, cree conveniente precisar en qué circunstancias dichas libretas estuvieron en manos de nuestros periodistas desde el 30 de julio último, pues existen versiones equivocadas y otras malintencionadas que rechazamos y que merecen ser aclaradas por respeto a nuestros lectores.

Las libretas fueron puestas en nuestras manos no por algún político o militante de un partido político, como se ha especulado, sino por la directora y conductora del programa Panorama, Rosana Cueva, quien tuvo la gentileza -que agradecemos- de buscar al director periodístico de Grupo Epensa, Francisco Flores; y al director de Correo, Iván Slocovich, para compartir el material, interesante desde toda óptica periodística, que su programa tenía entre manos desde tiempo atrás.

La idea era publicar en Correo una parte de la investigación relacionada con las agendas, la cual luego sería difundida completa en Panorama, al que, como corresponde, en todo momento se le atribuiría el crédito de la investigación. Nos pareció interesante la propuesta y el día 30 de julio recibimos copias de los originales para comenzar a trabajar las futuras publicaciones. Desde ese primer momento supimos que las libretas fueron entregadas al dominical por el excongresista Álvaro Gutiérrez.

Fue en ese contexto que Correo puso a trabajar a dos personas a fin de cruzar información y redondear datos. No obstante, venía el fin de semana y no pudimos certificar por nuestros propios medios la autenticidad de los documentos. Incluso el viernes 31 de julio enviamos a la casa de la señora Heredia una carta firmada por el director del diario, con algunas copias de las páginas de las agendas, para conocer su versión al respecto. Nunca hubo respuesta de la esposa del presidente Ollanta Humala.

Ante esa situación y algunas deliberaciones internas, optamos por comunicarnos con Rosana Cueva, a quien le agradecimos nuevamente su deferencia y le indicamos que la investigación de su reportero Marco Vásquez nos parecía sobresaliente por su buena documentación y contundencia, pero que preferíamos dar un paso al costado por no haber hecho nosotros nuestros propios cruces de información.

Y es que si bien la nota de Panorama nos pareció sobresaliente desde un inicio, lo que se confirma con las implicancias políticas que ha tenido, además de los rebotes periodísticos vistos hasta la fecha, era una investigación de dicho programa y no nuestra. Fue esa la única razón, que consideramos muy responsable y legítima, por la que optamos por no publicar el buen trabajo del programa que dirige la colega Rosana Cueva. Dos semanas después, Panorama hizo público su reportaje.

Con esta explicación de los hechos queremos dejar en claro que si tuvimos copias de las agendas de la señora Heredia, que era un asunto que venía siendo mencionado desde muchos meses atrás en círculos políticos y periodísticos, no fue por medio de la participación de algún político motivado por quién sabe qué intereses, sino por una deferencia del programa Panorama hacia nuestro diario.

En Grupo Epensa y Correo solo publicamos información que estamos en condiciones de verificar a través de nuestros equipos periodísticos. Por más que consideramos de primer nivel el trabajo del programa Panorama, este no era nuestro y ante la relevancia del caso, optamos por ser responsables y hacernos a un costado, aunque ello significara no ser parte inicial de un gran destape periodístico como el que sigue generando reacciones.

Finalmente, lamentamos la actitud del periodista Américo Zambrano, redactor de Grupo Epensa hasta julio último, quien con muy mala intención ha publicado en un semanario local tergiversaciones y fragmentos de conversaciones privadas que sobre este tema tuvo con sus superiores dentro de una oficina. Ellos, en su momento, junto con el personal de la empresa, confiaron en él como persona y profesional. Desconocemos los motivos que han llevado al mencionado señor, quien se retiró de la empresa a su solicitud y en los mejores términos, a actuar con deslealtad y hacer un relato que no se ajusta a la realidad por todo lo mencionado anteriormente.