El sábado último, en este mismo espacio advertí que la candidata unitaria de la oposición venezolana María Corina Machado no la iba a tener fácil al momento de enfrentar a la dictadura pestilente encabezada por Nicolás Maduro, quien en el 2024 irá por su segunda reelección, pues su banda controla todos los poderes públicos y hasta el sistema electoral. Además, el tirano mayor y su camarilla saben muy bien que si salen de poder y no logran fugar del país, sin duda alguna irán a parar a la cárcel hasta sus últimos días.
En las últimas horas, el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) famoso por estar sometido al chavismo, ha dejado sin efecto las elecciones primarias que encumbraron a Machado como la candidata opositora para los próximos comicios. Sin duda es una maniobra para torpedear esta postulación que cuenta con el consenso de quienes aspiran a ver fuera del poder a Maduro y toda la mafia que se ha adueñado de ese país desde hace casi 25 años hasta convertirlo en un territorio de miseria, abuso y falta de libertades.
El TSJ ha apelado a una tinterillada propia de las dictaduras para tratar de dejar fuera de carrera a la candidata que el chavismo ya ha pretendido anular a través de otro organismo sometido al poder corrupto. Era evidente que situaciones como esta se iban a dar. El régimen no se va a ir tan fácilmente. Tienen miles de muertos y millones de dólares sucios ocultos en el ropero de la casa, y eso en cualquier democracia como la que pretende ser recuperada, implicaría larga pena de cárcel para los asesinos y ladrones.
Lamentablemente, es poco lo que se puede esperar de organismos multilaterales que deberían velar por la democracia y el desarrollo de procesos electorales limpios y transparentes. ¿O es que alguien cree que la Organización de Estados Americanos (OEA) va a mover un dedo en favor de la señora Machado? Qué se puede esperar de países como Colombia, Argentina o Brasil que están al mando de personajes aliados a chavismo putrefacto que no se quiere ir.
La candidatura unitaria de la oposición venezolana corre un grave peligro y los demócratas deben alzar su voz. Los tiranos chavistas saben que en un proceso electoral limpio y bajo estándares civilizados, Machado podría ganar a Maduro, y eso los tiene aterrados. Son capaces de cualquier cosa, tanto la cúpula que está en el poder como los millones de ciudadanos que son mantenidos como parásitos por el Estado a cambio de apoyar al régimen. Cualquier cosa puede pasar y queda estar muy atentos.