Según Naciones Unidas, al 2021 existe en el mundo 49,5% de población femenina. Existen también 193 países; de ellos, solo 22 registran mujeres en el poder: 6% como jefas de Estado y apenas 7% como presidentas de gobierno. Aunque las mujeres hemos logrado importantes avances en nuestra vida profesional, nos falta aun mucho por avanzar en el mundo político. En cuanto a los parlamentos, la mayor representación femenina corresponde a países de Europa y América Latina como: Nicaragua, Costa Rica, Canadá, Austria, Suecia, Bélgica, España, Finlandia y Francia. Generalmente, el sector de mayor representación ministerial “femenino” a nivel mundial se centra en asuntos sociales o de otras áreas tradicionalmente masculinas como Defensa, Finanzas o Relaciones Exteriores.

La pandemia por COVID-19 ha puesto a prueba el liderazgo político de jefes de Estado y presidentes de gobierno, todos enfrentando las mismas amenazas y desafíos. Países como Alemania, Noruega, Nueva Zelanda, Finlandia, Dinamarca, Islandia y Taiwán, han destacado como los mejores en afrontar la pandemia. Pero, ¿que tienen en común todos ellos? Pues que son liderados por mujeres! Asa Regnèr, directora ejecutiva de UN Women, señala que cuando las mujeres lideran y participan en la toma de decisiones, sus prioridades y destino de recursos son en muchos casos, distintos a los que aplican los hombres. Así, según diversas investigaciones, se concluye que las mujeres asumen con mas fuerza agendas sociales y dan prioridad a temas como la salud y educación, frente a las mayores fortalezas de las agendas masculinas, que generalmente priorizan temas económicos. El problema es que los roles de liderazgo tienen todavía en el mundo una imagen mayoritariamente “masculina”. En el 2014, América Latina registraba el mayor nivel de representación presidencial femenina con Dilma Rouseff(Brasil), Cristina Fernández (Argentina), Michelle Bachelet (Chile), Laura Chinchilla (Costa Rica). Al 2021, no tenemos presidentas a la vista en la región y, claramente, el número de mujeres en los gabinetes ministeriales ha descendido. La mayor presencia se tiene hoy en las vicepresidencias de los gobiernos.

En el libro “Gender and Representation in Latin America” editado por Lesli Schwindt Bayer, se señala que, históricamente, los hombres han venido dominado la posición de poder y la imagen “presidencial” en la región; asimismo, se desarrolla la teoría de que la representación de las mujeres está ganando “voz” pero aún no “poder político”. En pleno siglo XXI, las mujeres tenemos la mesa servida. Como dijo años atrás Ayn Rand, la pregunta correcta no es: “quién me va a dejar”, sino “quién me va a detener”.

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