Se acerca el próximo proceso electoral y como muchos pretenden no hacerle olas a la candidata del fujimorismo, entre otras cosas por lo bien que la pasaron con el trípode que sostenía su mesa de poder, como lo señaló Valentín Paniagua y que se conformó por gruesos sectores empresariales, la Fuerza Armada y bastante de la prensa, es preciso no dejar que caiga en el olvido la manera como se distorsionó al Estado peruano y todos los delitos que se cometieron en la impunidad de una dictadura.

Por cierto, no puede separarse a Montesinos de Fujimori. Precisamente, uno de los vladivideos que debe de pasarse es aquel donde salen ambos sentados en una entrevista que les hiciera Pérez Luna sentados posiblemente en la sala del SIN, con trajes idénticos y corbatas igualitas, Fujimori respaldaba a la persona que cometía las fechorías en su nombre y decía que en su gobierno nada se movía sin que él, Fujimori, no lo supiera. Montesinos, claro, asentía.

Allí no solo es importante enseñar a los más jóvenes como todo ello no era sino una mascarada. ¿Dónde se hacían las leyes? Allí veremos que no era en el Palacio Legislativo, sino que las mismas se cocinaban en la escuelita del SIN, en donde se aleccionaba a los “parlamentarios” acerca de lo que debían de decir.

¿Dónde se escribían las sentencias? No era en los tribunales, sino que las partes iban a buscar a Montesinos y este, a su vez, llamaba a quienes fungían de vocales para ordenarles directamente como votar o, para evitar problemas, darles directamente el texto para que estamparan su firma.

¿Cómo se elegiría a los gobernantes para el período que comenzaba el año 2000? ¿Sería el propio Fujimori, Boloña, Kouri? Eso lo decidían, así se señala en el vladivideo, los presentes de ese momento que eran nada menos que los jefes de la Fuerza Armada y Montesinos (el nuncio del luego candidato a senador japonés).

Como se ve, una clase práctica de derecho constitucional y cómo es que la dictadura usa la democracia para disfrazarse y engañar al pueblo.

En colegios y universidades debería repetirse y comentarse esta colección de infamias para que los peruanos sepamos lo que debamos evitar y no caer en las mismas fauces que utilizan las normas para llegar al poder y luego las masacran a su antojo para imponer su capricho.

Esto lo podemos hacer en consonancia con la campaña que RPP ha lanzado para que los peruanos sepamos bien por quién se va a sufragar en las próximas elecciones.