Luego del voto de confianza al gabinete de Gustavo Adrianzén y el rechazo a las dos mociones de vacancia presidencial por el caso Rolex, Dina Boluarte afrontaría hoy rebosante de autoestima las preguntas de la Fiscalía y explicaría sobre la procedencia de sus costosos relojes.
En un contexto donde tantos presidentes y exvicepresidentes optan por el silencio ante los cuestionamientos del Ministerio Público, es fundamental que Boluarte elija el camino de la transparencia y corte con esta crisis de una vez. Ha adelantado que su Rolex es fruto de su esfuerzo y trabajo, y hoy tiene la oportunidad de respaldar esta afirmación con evidencias ante la Fiscalía.
El respaldo del presidente del Consejo de Ministros a Boluarte es evidente, destacando que tras las explicaciones de la mandataria, la investigación debería cerrarse. No obstante, más allá de las predicciones, lo primordial es que las explicaciones de Boluarte sean sólidas y convincentes, no solo para su propia defensa, sino también por el bien de la gobernabilidad y la democracia del país.
Es indispensable recordar que la falta de transparencia y la falta de rendición de cuentas socavan el sistema y ponen en riesgo la estabilidad nacional. Por lo tanto, se espera que este proceso contribuya a fortalecer la confianza de la ciudadanía en sus líderes y en las instituciones del Estado.
En última instancia, el desafío de Boluarte no solo radica en desvirtuar las acusaciones en su contra, sino en demostrar un compromiso genuino con la transparencia y la integridad, valores fundamentales para el buen funcionamiento de cualquier democracia.