Este 2023 ha llegado a su fin dejando en claro que, para muchos peruanos, los verdaderos héroes del año han sido los deportistas. Los sondeos revelan un panorama elocuente: entre los personajes más destacados, cuatro de los primeros cinco son atletas como Gladys Tejeda, Kimberly García, Paolo Guerrero y Luis Advíncula, según Ipsos Perú. Datum Internacional, por su parte, destaca que la mayoría de los ciudadanos considera como el evento más positivo del año el éxito en los Panamericanos de Santiago de Chile, donde el país se colgó varias medallas.
Estos resultados resaltan un contraste evidente: los mejores considerados por la población son aquellos que se desenvuelven fuera del ámbito político, independientes del Estado. Sin embargo, este reconocimiento a los deportistas también pone de manifiesto una realidad crítica. A pesar de sus logros, muchos atletas se ven en la necesidad de solicitar apoyo a las autoridades para su preparación y participación en competiciones, y lamentablemente, en muchas ocasiones, esta ayuda no llega. El abandono del Estado hacia quienes son motivo de orgullo nacional es palpable.
En las antípodas de este reconocimiento se encuentran figuras como la presidenta Dina Boluarte, el premier Alberto Otárola y los congresistas, quienes ocupan los primeros lugares en rechazo por parte de la población. La venta destacada de la piñata de la mandataria en las fiestas de Año Nuevo es una clara señal de la insatisfacción generalizada. Este descontento no puede tomarse a la ligera, ya que, lamentablemente, el mal desempeño de Boluarte afecta directamente a los ciudadanos. El problema radica en que, si le va mal a la presidenta, también le va mal a los peruanos.