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Hace algunos días, Magaly Medina celebró sus 22 años en la televisión. Esas más de dos décadas en la pantalla chica las recibe al frente de "Magaly TV, la firme", programa especializado en espectáculos que durante las últimas semanas, como para coronar el festejo, alcanzó los soñados dos dígitos de rating, que si bien ya había logrado en algunas ediciones puntuales, esta vez fueron sostenidos y con proyección al alza. Así está el panorama, así con esta tendencia se mueve hoy la periodista, que recordemos inició este nuevo ciclo en ATV tras su estancia por Latina, con el reto de volver a ocupar el horario estelar del canal que vio sus mejores y también más polémicas épocas. Pero como los tiempos han cambiado -y quien no lo reconoce está perdido-, la propuesta inicial de la Medina, para competir con los contenidos que ahora exige la televisión actual, presentó un formato en que incluía algunos elementos que la acercaban a las nuevas tendencias en redes y, además, convocó a personajes televisivos para que aporten y sumen en ese tan promovido retorno. Al cabo de casi diez meses de estrenado el programa y habiendo dejado en el camino lo que se vio inicialmente, Magaly no tuvo que analizar mucho para darse cuenta de que el show es ella, que sus seguidores quieren disfrutar de su filuda lengua, eso sí, amparándose en contenidos potentes para comentar el ampay y el chisme de moda. Y es así como está logrando volver a sus fueros, explotando lo que le dio la popularidad y también le generó críticas por sus excesos. Pero en estos tiempos en los que las redes tienen a cualquiera listo para el insulto gratuito, elemental y grosero, es cuando los periodistas y los conductores de programas de televisión deben diferenciarse de ellos y especialmente de tanto advenedizo (a) que ahora se hace llamar “opinólogo” y se sienta a hablar frente a una pantalla de lo que cree que sabe. No todos tienen el oficio y los años en el negocio televisivo que la Medina, que se ha sabido desligar de sus competidores y que es consciente de que en estos tiempos hay códigos que se deben respetar. Hacer una TV entretenida no está reñido con la diversión, respeto y el buen comentario. Ese es su nuevo reto por otros 22.