Escrito por meteorólogo Julio Villafuerte

La “raza peruana” vive en esta hermosa tierra del sol durante miles de años, sobrellevando y aprovechando los recursos que brinda el clima en todo el territorio. Muestras hay en todo lugar: los andenes y acueductos incas, Tambomachay y la Huaca de la Luna, entre otras. Demuestran que hubo una gran armonía con la naturaleza, lo que nos permitió llegar a ser el gran imperio que todos conocemos.

Actualmente nos basamos en información internacional y muy poca “ciencia peruana”, y pese a eso, pretendemos calificar fenómenos naturales locales parametrándonos solo en si el fenómeno El Niño (FEN) va a ser extraordinario (que ya no va a ser), muy fuerte, fuerte o débil, enturbiando con eso el debate. Con ello se deja de lado lo que nuestros antepasados hacían: ver sus efectos, aprovecharlos y protegernos.

Capacidad científica tenemos, pero necesitamos tecnología y sensores para hacerlo. Urgen radares meteorológicos, detectores de tormentas, boyas hidrometeorológicas y otros equipos que complementen una red que permita que cada institución cumpla con sus funciones de manera eficiente en tiempo y espacio, y que a su vez brinden las herramientas necesarias para la toma de decisiones.

Aprendamos de nuestros antepasados. Siempre hay que vigilar y protegernos todos los años como lo hicieron ellos, saber que con FEN o sin FEN en verano llueve en el norte, habrá heladas y friaje desde el sur, inundaciones en la selva, sequías en el Altiplano y lluvias extremas en la sierra central con diferentes intensidades. Esto ocurre año tras año.

Apoyemos a la ciencia para convivir con la naturaleza, pues durante miles de años los peruanos lo hemos hecho. Está demostrado que el clima tiene una importancia estratégica para el desarrollo. Hay que planear nuestro futuro con ciencia y tecnología peruana.

TAGS RELACIONADOS