“Vemos que son días difíciles para la prensa”, expresó Pedro Vaca, relator especial para la Libertad de Expresión de la CIDH, quien realiza una visita de trabajo en nuestro país. Si bien es cierto, ha revelado que recibió denuncias graves sobre restricciones a los periodistas de parte del Ejecutivo y Legislativo, creemos que lo más preocupante es el afán de personajes claves del Gobierno de culpar a los medios de desestabilizar la gestión de Pedro Castillo. “Lo que está claro es la manipulación de la prensa en favor del golpismo”, dijo hace poco Vladimir Cerrón, mensaje que también comparte el presidente del Consejo de Ministros, Aníbal Torres. Si sumamos a ello el hecho que el jefe de Estado no responde a los medios desde hace más de 80 días, se puede percibir claramente la poca tolerancia del Ejecutivo contra la libertad de expresión.

El Gobierno debe ser consciente que para que los poderes funcionen bajo los preceptos democráticos y con transparencia, debe tener contrapoderes. Y en ese espacio el periodismo tiene una gran responsabilidad. Atacar y demonizar a los medios porque se pone del lado de la gente es simplemente exponer un talante autoritario.

La prensa tiene un gran desafío en la evolución de los hechos de los peruanos. Su papel en defensa del estado de derecho y los principios democráticos exige estar alertas y denunciar irregularidades del Gobierno, pero también ser la voz de los que hoy reclaman contra Pedro Castillo y su equipo.