Si hay una muestra viviente de la nula o poca voluntad política que han tenido los sucesivos gobiernos para acabar con la criminalidad en el país, ese es sin duda Jhonsson Smith Cruz Torres (a) “Jhonsson Pulpo”, un asesino, secuestrador y extorsionador que es parte de un clan familiar que opera en el mundo del hampa trujillana desde hace al menos 15 años, y que ahora, ya como cabecilla, habría puesto precio a la cabeza del coronel PNP Víctor Revoredo, enviado a la capital liberteña para tratar de controlar el desborde de violencia que allí se vive.
Esta banda criminal opera en Trujillo desde inicios del siglo pasado, cuando fue creada por Jhon Smith Cruz Arce (a) “Jhon Pulpo”, el padre de “Jhonsson Pulpo”, quien ahora con 28 años de edad estaría operando entre Chile y el Perú con total impunidad luego de haberse librado de la cadena perpetua al fingir su muerte, una maniobra que parece moneda común entre delincuentes. El Ministerio del Interior ofrece 75 mil soles a quien dé información que permita la captura de este indeseable.
Llegué a inicios de 2010 a Trujillo para trabajar como director de Correo La Libertad, y durante los tres años que estuve en la capital liberteña, “Los Pulpos” fueron protagonistas de crímenes y extorsiones que se realizaban casi a diario. Estamos hablando de hace 14 años. Sin embargo, esta banda y otras como “La Jauría” o “Los Malditos del Triunfo” siguen tan vigentes como en esos tiempos para pesadilla de los habitantes de esa provincia que hoy, además, sufren brutales secuestros.
Ya desde esos años, el Ministerio Público y el Poder Judicial eran un obstáculo en la lucha contra el asesinato y la extorsión. Los hampones, incluso los más peligrosos y conocidos caían y salían en libertad a los pocos días para indignación de los policías que operaban con muchas limitaciones. Hoy esa criminalidad que estaba presente solo en una región del Perú, se ha expandido a Lima donde vemos con espanto los resultados de la inacción y la desidia de sucesivos gobiernos.
¿Qué se hizo en casi 15 años contra estos salvajes? Nada. Hayan dicho lo que hayan dicho, o hecho lo que hayan hecho, esto no ha servido para poner freno a la criminalidad en esta ciudad. Pueden haber cambiado generales, jueces y fiscales, comprado más patrulleros, sacado policías de sus escritorios para mandarlos a la calle, afinado la coordinación entre la PNP y el sistema de justicia, asegurado las cárceles y modificado leyes, pero en concreto, efectuadas las sumas y restas, la cosa está peor porque no hay voluntad política ni estrategia. Para llorar.