Existe mucho de sentimentalismo en la llamada lucha contra la corrupción, que es necesaria, pero mal encausada sólo deviene en acomodo mentiroso y estéril, ¿no es acaso corrupción, que en nombre de luchar contra ella se oculten incapacidades propias?

La Contraloría detectó irregularidades en la contratación del alquiler de un inmueble, en San Isidro, para ser usado como oficinas administrativas de la sede central del programa CUNA MAS a cargo del MIDIS, concluyendo que se contravinieron las normas de contrataciones, ocasionando, al mes de agosto de 2019, un perjuicio económico de US$ 115 918,40, equivalente a S/ 385,343.12.

Días atrás hemos conocido que en torno a la investigación de una supuesta compra sobrevalorada de 24 helicópteros rusos por un valor de US$ 528 millones en el año 2014, comprados durante la gestión del ex presidente Humala, en setiembre de 2018, la fiscalía decidió abrir investigación preliminar por colusión. Los documentos que sustentaron dicha compra están en los archivos del Ministerio de Defensa.

Desde marzo del presente año la fiscalía ha solicitado información sobre el particular y si ésta tiene carácter de reservado, pedido que se ha reiterado en ocho oportunidades en los últimos meses, sin que la PCM se manifieste, únicamente indican que la información se ha pedido al Ministerio de Defensa y de ahí al ejército, más de diez meses sin tener respuesta por los funcionarios de este gobierno en torno a una investigación fiscal cuyo plazo esta por vencer la primera semana de febrero de 2020.

Algo que no podemos dejar de mencionar es el grosero despilfarro de dinero en el suplemento contratado de 525 páginas por la ONPE, publicado por un diario local para informar sobre tachas y exclusiones al cargo de miembro de mesa.

Resulta una hipocresía, y un altruismo malsano, predicar anticorrupción y moral pública cuando no se mira los propios defectos y solo se cuestiona a los enemigos políticos, pontificando bondades que no tienen ni tendrán, por encarnar antidemocracia, irrespeto de la Constitución, las Leyes, y avasallamiento de las instituciones. ¡Basta de preconizar sin resultados!