Desde hace muchos años se aplica la evaluación formativa en inicial y primaria. El año pasado se amplió a primero de secundaria utilizándose: “AD” (Logro destacado), “A” (Logro esperado), “B” (En proceso) y “C” (En inicio).). A pesar de que la norma salió tarde el 2019 un amplio sector de colegios públicos y privados la aplicó. Los maestros de secundaria, con mucho esfuerzo, recién terminaron familiarizándose con la directiva al finalizar el año.

Sin embargo el 31 de enero se emite un proyecto en consulta: “Norma Técnica que regula la Evaluación de las Competencias de los Estudiantes de la Educación Básica” que cambia drásticamente los requisitos de promoción de grado, aduciendo que el currículo es solo por competencias. Esto es cierto, pero lo que no se da cuenta el MINEDU es que los aprendizajes del currículo están organizados por competencias, áreas y grados.

El documento considera que al final del año escolar para tener “A”, o “B” en un área el alumno debe tener la mitad de sus competencias con dicho nivel de logro. Lo preocupante es que en este proyecto se propone que en 3° y 5° de primaria y en 1°, 3°y 4° de secundaria el alumno, para pasar de grado, basta que tenga “B” en la mitad de competencias de 4 áreas. Esto implicaría que los requisitos de aprobación se están volviendo “más ligeros”.En los otros grados sí se aprueban con “A”. Desaparece el criterio del docente que conoce y acompaña de cerca el proceso formativo y evaluativo de sus estudiantes

Sugiero extender la evaluación formativa solo a segundo de secundaria. Y para que un alumno de este nivel educativo sea promovido en todos los grados debiera aprobar con “A” mínimo en cinco áreas: Comunicación, Matemática, CCSS, C. y Tecnología, así como D. Personal-Ciudadanía y Cívica, y “B” en el resto de áreas. El MINEDU debe tener presente que “los alumnos van al colegio para lograr, en el marco de una pedagogía para la diversidad, los aprendizajes esperados del currículo escolar”.

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