​Muchas palabras y poca acción

El jueves último, el valle de Tambo una vez más fue escenario de enfrentamientos entre pobladores (azuzados por antimineros), que acatan una protesta de 40 días y efectivos de la Policía Nacional. Lo ocurrido es repudiable, en especial por la actitud violentista asumida por un sector de los manifestantes, quienes con terror y destrucción convirtieron el lugar en “zona liberada”, perjudicando a los lugareños que no están ni a favor ni en contra del paro y que solo demandan vivir en paz y tranquilidad.

Hace 40 días ocurren enfrentamientos y un gran sector de pobladores de la provincia y región Arequipa piden se declare en emergencia el valle de Tambo, donde el proyecto minero de Tía María tiene su área de influencia.

Tras el desplante de las autoridades locales y dirigentes de los manifestantes en la mesa de diálogo, que intentó promover la gobernadora regional Yamila Osorio con la presencia de ministros, se nota que no existe intención alguna de solucionar el problema por parte de los primeros.

Ha quedado demostrado que intereses políticos buscan desestabilizar Arequipa, la región sur y el resto del país, razón por la cual el gobierno de Ollanta Humala tiene que actuar con firmeza para restablecer el orden en Tambo.

El ministro del Ambiente, Javier Pulgar Vidal, reiteró que se actuará con firmeza en defensa del orden público y ese anuncio debe ser una realidad y no un anuncio más. El tiempo pasa y el problema amenaza con extenderse a otras provincias. Cuidado.