Si los chats encontrados en su teléfono y las declaraciones que ha dado a la justicia el filósofo Jaime Villanueva, exasesor de la suspendida fiscal de la Nación, Patricia Benavides, han sido tomados en serio y han valido para apartar a la señora del cargo sin demoras, también habría que darle credibilidad a lo que ha dicho este sujeto en calidad de testigo respecto a cómo se ha manejado el Ministerio Público bajo la gestión del aún fiscal supremo Pablo Sánchez.La periodista Milagros Leiva, de Willax, ha hecho pública la declaración de Villanueva ante el Ministerio Público, en la que admite haber trabajado con Sánchez, y que tuvo la función de seleccionar y entrevistar al fiscal José Domingo Pérez para que sin quitarle el bono que recibía en su despacho de origen, investigue a Keiko Fujimori y a su partido en el llamado “Caso Cocteles”, por el que se han pedido 30 años y 10 meses de cárcel para la excandidata presidencial.
Villanueva también ha indicado que el periodista Gustavo Gorriti, director de IDL-Reporteros, era quien “dirigía” la investigación de este sonado caso que llevó a Fujimori a ser recluida tres veces en un penal. Incluso dijo que junto con el fiscal Domingo Pérez visitó en su casa al hombre de prensa, y que coordinaron la elaboración de una “estrategia” mediática de victimización de dicho magistrado, ante las críticas que recibía por su labor siempre acusada de estar ideologizada y politizada.
En esta historia también aparece el expresidente Martín Vizcarra, pues Villanueva afirma que Pablo Sánchez archivó, sin más, el escandaloso “Caso Chinchero” en que el ahora conocido como “Lagarto” estaba implicado en su condición de exministro de Transportes y Comunicaciones, para que así, limpio de esa investigación, pudiera asumir sin problemas la Presidencia de la República ante la vacancia de Pedro Pablo Kuczynski. ¿Así se manejaba el Ministerio Público en esos años?
Asumiendo que todo esto es cierto, como muchos toman como verdad lo que dice Villanueva respecto a Benavides, el país merece una explicación inmediata de parte de los fiscales Pablo Sánchez, José Domingo Pérez y de su jefe inmediato Rafael Vela Barba, estos dos últimos muy famosos por no lograr ninguna sentencia en los casos de corrupción que tienen en sus manos desde hace siete años. ¿Coordinaban con el filósofo hoy caído en desgracia? ¿Un periodista externo dirigía investigaciones? ¿Cómo es esto?
