Si el Gobierno y el Congreso son señalados cada vez más como instituciones que no ayudan a resolver los problemas diarios de los peruanos. será difícil que sean aprobados. Por eso no sorprende una reciente encuesta de Ipsos Perú, que revela un panorama sombrío para la presidenta Dina Boluarte y el Parlamento. Un impresionante 80% de rechazo de la gente arroja luz sobre un problema más amplio: La creciente desconfianza y desencanto de la ciudadanía hacia las principales autoridades del país.
Si la gente experimenta inseguridad, incertidumbre y vulnerabilidad, siempre habrá una enorme insatisfacción frente a lo que sucede y como consecuencia la desaprobación a los que gobiernan.
En tanto, un dato particularmente preocupante que se desprende de la encuesta es que el 76% de la sociedad percibe que la mandataria no está comprometida en liderar la lucha contra la delincuencia. Esto subraya la urgente necesidad de que las autoridades aborden este desafío de manera efectiva y demuestren su dedicación a garantizar la seguridad y el bienestar de los ciudadanos.
Deslegitimado en lo interno, el Gobierno tiene serias dificultades para plasmar un plan para superar la crisis económica y para derrotar la ola criminal que asola al Perú. Para tener gobernabilidad y restaurar la confianza en el Gobierno, es esencial que los personajes claves del Ejecutivo se comprometan en serio a plantear propuestas de salida a esta crítica situación y trabajar en la mejora de la institucionalidad.