El terrorismo desangró al país y enlutó a millones de peruanos. Hasta el día de hoy seguimos pagando sus nefastas consecuencias a nivel social, económico e institucional. Recordar esta trágica etapa de nuestra historia es un deber para que no se repita. El día de ayer 22 de abril recordamos un hito en la lucha contra el terrorismo: la Operación Chavín de Huántar. Este esfuerzo permitió la liberación de quienes fueron secuestrados por el grupo terrorista MRTA.

Hace 26 años fuimos testigos de cómo nuestros valerosos comandos levantaron la bandera del Perú y pisotearon la bandera emerretista. Si bien casi tres décadas han pasado de este histórico día, aun existe un discurso público que busca edulcorar al terrorismo y lavarle la cara a estos criminales para cambiar la historia. La izquierda peruana nunca asumió su responsabilidad política frente a las atrocidades cometidas por sus camaradas ideológicos. Hay que decirlo y repetirlo hasta el cansancio: Sendero Luminoso y el MRTA son grupos terroristas de ideología marxista. Por esta cercanía ideológica es que la izquierda peruana desde inicios de los 80′s fue incapaz de enfrentarse y siempre cómplice.

La campaña contra el “terruqueo” emprendida por operadores políticos de la izquierda peruana como APRODEH y Wayka utiliza rostros conocidos como Sigrid Bazán y Claudia Cisneros para llegar a los jóvenes con sus mentiras. Por eso, frente a quienes quieren manipular la historia y hasta reconocer al MOVADEF, nosotros tenemos que seguir firmes. El terrorismo no ha sido derrotado, todo lo contrario sigue vigente y actuando. Tal como ellos mismos lo explicaron, la estrategia ha cambiado pero el plan sigue en pie: pasar de la guerra armada a la guerra por la memoria. Recordemos que los peruanos de bien estamos en el lado correcto de la historia y no podemos quedarnos de brazos cruzados frente a quienes buscan destruir al Perú por eso contra el terrorismo y sus actores edulcorantes ¡Ni olvido, ni perdón!

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