En unos días, y después de una ronda de diálogo, el Gabinete Vásquez acudirá al Congreso a buscar el voto de confianza que firmaría la partida de nacimiento del segundo gabinete de la organización criminal Perú Libre. La salida de Bellido y Maraví, así como el jale de Mirtha Vásquez, responden a una estrategia de Pedro Castillo. Los primeros 60 días de gobierno han sido un caos y han golpeado duramente la imagen de Castillo, quien en campaña logró engañar a muchos con el famoso “distanciamiento” de su mecenas Vladimir Cerrón. Pero, sobre todo, porque el caso de “Los Dinámicos del Centro” le respira en la nuca frente a la prisión preventiva de “Pinturita” y otros mafiosos.

El juego de la mafia es ganar tiempo y espacios, así como hacer dinero, por lo que el gabinete actual es sólo parte del engaño que empezó en campaña y que hoy tiene el rostro de una ex presidenta del Congreso. Por eso es que no se le debe dar el voto de confianza al Gabinete Vásquez, porque nada cambió. Desde el anuncio del nuevo gabinete se ha confirmado que la repartija ministerial se hizo con conocimiento de la señora Mirtha Vásquez, lo confirmó en una reciente rueda de prensa, incluso violando el artículo 122 de nuestra Constitución.

Este gabinete acudirá al Congreso a pedir una confianza que ya fue traicionada. Es la presidenta del Consejo de Ministros la que traicionó al Perú con los nombramientos de Barranzuela y Gallardo, es ella la que traicionó a la democracia y los Derechos Humanos con el nombramiento de Richard Rojas como embajador de Perú en Venezuela, es ella la que traicionó a la justicia y a la lucha contra la corrupción al permitir el nombramiento del dinámico Rubén Huamaní al mando de Agro Rural. Es claro que la confianza no es una opción, es confirmar el plan de una organización criminal.