En declaraciones a Radio América, una emisora de su natal Moquegua, el presidente Martín Vizcarra sostuvo que tarde o temprano todos los peruanos vamos a ser víctimas del nuevo coronavirus. Además, descartó que el país vuelva a ingresar a una nueva cuarentena total y centró sus esperanzas para evitar un nuevo aislamiento en el “comportamiento responsable de la población”.

El presidente de la República no está siendo pesimista al señalar que nadie está libre del COVID-19. Esta afirmación será una dura y fría realidad mientras no existan vacunas o tratamientos viables contra el virus, pero sí creemos que está siendo bastante ingenuo al centrar gran parte de la estrategia en la población.

No es que no confiemos en la responsabilidad ciudadana, sino que mientras existan tantas brechas sociales y desigualdades, no todos van a poder acatar las medidas sanitarias con la misma facilidad que otros.

Una encuesta del IEP, realizada a fines de abril para el diario La República, reveló que más de la mitad de peruanos le teme más al hambre que al coronavirus.

El Perú es un país con diferencias abismales y esta pandemia, a puertas de cumplir 199 años de vida republicana, solo ha servido para resaltarlas.