Sin duda pasaremos unas mejores fiestas que el año pasado. La salida de Pedro Castillo y Perú Libre del Gobierno es algo positivo que nos llena de esperanza. En sus primeros días, el gobierno de Dina Boluarte ha tenido aciertos y está generando expectativas entre los millones de peruanos que nos enfrentamos a Castillo y Cerrón. Desearle lo mejor al gobierno y a la propia presidenta, no es de ninguna forma un cheque en blanco.

No podemos olvidar que ella fue elegida en una fórmula electoral manchada por la corrupción, ni podemos borrar sus declaraciones o acciones como ministra de Castillo. Dina tiene que mostrar transparencia y evitar cualquier obstrucción a la justicia, así como marcar la distancia con su antiguo líder partidario Vladimir Cerrón. El Perú espera que, en los próximos meses, los cambios que ha realizado a nivel ministerial se observen a nivel administrativo: no debe quedar ni un solo funcionario vinculado a las mafias de Castillo y Cerrón.

Todo indica que los actos terroristas promovidos por grupos radicales ya se aplacaron, ahora toca que no se repitan estos hechos de violencia, depurando al Estado de la mafia, generando los espacios de diálogo político para las reformas electorales, enrumbar la economía y garantizar servicios públicos de calidad. El gobierno de Dina Boluarte recién empieza, esperemos lo mejor, pero manteniendo doblemente la fiscalización.

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