La caviarada, lagartada y la izquierda criminal tienen mucho en común. Han pasado años repitiendo que son el bastión moral del país, que solo ellos representan el cambio y lo bueno, mientras que todos los que nos oponemos a su forma de hacer política y a su argolla, somos lo malo. Pero hoy, los peruanos ya no se dejan engañar y saben que se equivocaron con Susana Villarán, con Humala, con Toledo y con Pedro Castillo.
Para no perder la costumbre, este mismo grupo ha tenido a dignos representantes para estas elecciones municipales y regionales, violadores, depravados, fumones, pistoleros, corruptos y demás. ¿Cómo es posible que defiendan a un candidato acusado de violación por su propio hijo o a uno que aparece en videos armando un cigarro con marihuana y portando armas sin licencia? No nos merecemos esto, pero esa es la oferta electoral de la izquierda en 2022.
Este 2 de octubre no solo se vota por un alcalde o gobernador regional, sino por alguien que te defienda a ti, a tu familia y a tu patrimonio. Entregarle más poder a las mafias que dominan el Poder Ejecutivo, a través de sus topos en los gobiernos locales, es muy peligroso. El próximo domingo nos jugamos el futuro del Perú ¡No vuelvas a equivocarte!