Con la penosa entrevista que dio el domingo último a TV Perú, el presidente Pedro Castillo no ha hecho más que ratificar que su gobierno es un desastre y que el culpable de que haya incluso gente lumpen en sus gabinetes y otros ámbitos del sector público es exclusivamente él, pues ha dicho que primero nombra gente y más tarde se da cuenta de sus oscuros antecedentes a través de otros medios, es decir por medio de la prensa.

Un empleado público, comenzando por el presidente de la República, es un servidor, sí, una persona que sirve al país y a sus ciudadanos. Hacerlo implica dar un buen “servicio” a quienes lo eligieron. Y eso pasa por nombrar gente idónea, a los mejores profesionales para que trabajen solucionando problemas. Hacer lo contrario es demostrar que se es un irresponsable al que simplemente los peruanos con necesidades no le interesan.

Si un presidente pone en el Ministerio de Salud a un charlatán como Hernán Condori en tiempos de pandemia, le está fallando a la gente a la que debe servir. Si nombra a un mal expolicía como Luis Barranzuela en el sector Interior, queda claro que al profesor no le interesa que a la gente le roben y la maten en las calles. Si designa a un prontuariado e incapaz en Agricultura cuando se avecina una hambruna, no hay duda que las necesidades alimenticias de los más pobres son la última rueda del coche.

Que el presidente diga que hace nombramientos de buena fe y que luego recién se entera de los antecedentes de estos personajes, es un hecho imperdonable. El país tiene múltiples problemas y se cae a pedazos, pero el primer servidor público anda poniendo a gente a ciegas o, lo que es peor, solo para contentar a su socio Vladimir Cerrón o a algunas agrupaciones políticas que le dan soporte en el Congreso como Juntos por el Perú o Somos Perú.

Y de otro lado, que no vengan algunos ex primeros ministros a ponerse ahora en plan de criticones, pues cuando ejercieron el cargo no objetaron la presencia de gente oscura e incapaz en sus equipos de trabajo. ¿Guido Bellido o Mirta Vásquez no sabían de las andanzas de Juan Silva, el preferido del mandatario? ¿Acaso Aníbal Torres como titular de Justicia no aceptó compartir gabinete con gente como Iber Maraví o el mismo Condori? Castillo no es el único responsable acá.