Cuando en julio de 2002, el Alcalde a la sazón, don Eduardo Cáceres Chocano tomó la decisión, a raíz de un pronunciamiento de varias instituciones piuranas, de que el 15 de marzo de cada año se celebre el "Día de la algarroba y de la algarrobina". Al hacerlo puso en valor a nuestro recio y emblemático algarrobo y al fruto generoso que nace de éste: la algarroba. Fruto del que, desde hace siglos atrás, se obtiene la materia prima para preparar, entre otros, nuestro célebre y espumoso cóctel de algarrobina.

Durante todas las etapas de su historia, desde la Conquista hasta la República, Piura fue siempre famosa por sus bosques de algarrobos, pero también se convirtió, sin pretenderlo, en la despensa de leña de donde se obtuvo el carbón vegetal para encender las cocinas y fogones de todo el país. Al talar indiscriminadamente los algarrobales, el desierto avanzó y el paisaje quedó árido para siempre. Lo que afectó a toda una cadena alimenticia y productiva. Pues, las vainas de algarroba que esos árboles producían, servían para alimentar al ganado caprino del cual se obtenía leche, carne y, finalmente, finos cordobanes (pieles) que se comercializaban en toda la América Meridional.

Sabiendo que la única manera de hacer respetar el árbol y lograr la reforestación, es dándole al fruto un valor mayor del que tiene el árbol talado usado como leña, se han emprendido estudios para encontrar aplicaciones industriales a la algarroba como la obtención de un símil del café, harina para galletas, alcohol, polvo soluble instantáneo y fibras dietéticas. Todos estos derivados son una buena fuente de vitaminas del grupo B como la B1 o tiamina, la B2 o riboflavina, la B3 o niacina y de pro-vitamina A o beta-caroteno. De sus minerales destacan el potasio, el fósforo, el magnesio, el calcio, el silicio y el hierro.

Como podemos apreciar la sabiduría de nuestra gente una vez más no se equivoca al utilizar la algarroba y sus derivados como parte su nutrición. Tampoco se equivocaron quienes tuvieron la feliz idea de establecer un día del año para rendirle honores al fruto de nuestro más querido y representativo árbol y a la más excelsa de nuestras bebidas. ¡Salud, por ello!