Una huelga de maestros no es novedad en el país. Un gremio tan complejo como el de maestros, y altamente politizado, siempre marcha.
Es cierto que los maestros en el Perú están mal pagados, pero también es cierto que no quieren ser evaluados, pues estamos acostumbrados a que la educación sea de poca calidad dadas las capacidades del profesorado.
La suma de profesores mal pagados, de la mala calidad de la educación y la politización del gremio nos da la huelga que aún sigue vigente. No hemos tenido la mejor negociación, pues no ha sido oportuna ni ha previsto el tema político entre las facciones del Sutep.
En esta coyuntura, los alumnos son los que llevan la peor parte, y dentro de los alumnos, los que menos tienen. Como sabemos, en el Perú los niños se alimentan en el colegio a través de los desayunos escolares, pues de otra forma muchos chicos no reciben las calorías diarias que necesitan. Además, como bien lo ha anotado Patricia del Río, el colegio es un lugar donde los chicos están protegidos y muchas familias no tienen dónde dejar a sus hijos si no es en el colegio.
La parte más débil, los escolares, no está bien representada ni por los gobiernos regionales, que tienen a su cargo la educación en el país; ni por el Ministerio de Educación, que no ha logrado en más de cincuenta días terminar con la huelga; ni, obviamente, por los profesores, pues a muchos lo último que les importa es si los estudiantes pierden el año.
Ojalá termine la huelga pronto. Nuestros chicos no pueden esperar más.