Desde el inicio del gobierno del Pedro Castillo advertí la necesidad de enfrentarlo categóricamente y sin tibiezas por su naturaleza criminal. La esencia que une a Castillo, Cerrón, Verónika, rojos y caviares es la misma: desfalcar al Estado peruano, limitar la libertad y la justicia, monopolizar el poder y el discurso oficial, e imponernos un modelo que empobrece a la mayoría. Estos criminales no van a jugar con las reglas democráticas y por eso, desde la primera vuelta electoral, repiten la necesidad de cerrar el Congreso y convocar a una Asamblea Constituyente.
Muchos pensaron que la compra de votos en el Congreso y la tibieza de algunos opositores, calmaría los ánimos golpistas de Pedro Castillo y su mafia: Nada más lejano de la realidad. Han tenido tiempo para tomar el aparato público, para debilitar la institucionalidad de las fuerzas armadas y para empoderarse económica y políticamente frente a la oposición, les dieron el tiempo que necesitaban para cumplir su objetivo: Cerrar el Congreso e instaurar un régimen criminal y totalitario.
El Congreso y la oposición deben reaccionar y poner en jaque a Pedro Castillo y sus secuaces Aníbal Torres, Félix Chero, Alejandro Salas, entre otros, presentando la moción de suspensión por incapacidad temporal con 66 votos, antes del debate sobre la cuestión de confianza ilegal presentada por el premier.
