De acuerdo al INEI, durante el trimestre enero-marzo 2021 la producción de 8 regiones del país creció por encima de la producción nacional en comparación al mismo periodo del año pasado. Si bien algunos pueden criticar dicha comparación debido a que a partir de la quincena de marzo del año pasado nuestro país sufrió un cierre total de la economía debido a la pandemia, descontando este efecto, el crecimiento igual resulta importante de destacar.
En este contexto, una de las regiones que muestra un buen desempeño es Áncash, donde la producción creció en 6% gracias a la demanda manufacturera generada por la mayor producción de enlatado y congelado de pescado; así como por el incremento de la producción de harina y aceite de pescado. Al respecto, es importante anotar que ello obedeció al buen desempeño del sector en la segunda temporada de pesca norte-centro del año pasado que se extendió hasta enero del 2021 y que logró alcanzar el 88% de la cuota asignada.
A ello habría que sumarle que, a pesar de la habitual incertidumbre que generan las elecciones en el Perú, en abril, la producción del sector pesquero aumentó en 132% gracias a los desembarques de especies para consumo humano directo e indirecto.
Sin embargo; y, si bien resulta positivo conocer que nuestra economía ya comienza a recuperarse en estas regiones, ello no es suficiente, ya que existen otras 6 que presentan resultados nada favorables.
Por tanto, y si queremos recuperar los casi 2 millones de empleos que se perdieron por la pandemia, quien resulte electo para dirigir nuestro país, tendrá la obligación moral de hacer frente a este hecho, comprometiéndose con la recuperación económica y asegurando la estabilidad jurídica y el respeto a las instituciones a fin de generar un clima adecuado para captar inversiones; en caso contrario, solo se mantendrá la incertidumbre y desconfianza lo que ha originado la fuga de US$ 13 mil millones del país. Estamos a tiempo.