A menudo suele confundirse a los parlamentarios andinos (PA) -son 5 por cada país: Bolivia, Chile, Colombia, Ecuador y Perú, miembro del órgano de control político del Sistema Andino de Integración –SAI-, con los congresistas (C). Así, mientras las tareas de los C son única y exclusivamente en el ámbito nacional de cada Estado, las funciones de los PA son supranacionales, es decir, fuera de las fronteras de su país.

De allí que la representación de los PA es de “…los pueblos de la Comunidad Andina…” como ha sido establecido en el Protocolo de Trujillo de 1996 (Art. 42°), aunque no hayan sido elegidos en los otros países. Por tanto, sus competencias políticas son en el territorio de los países que integran el bloque subregional andino.

Es verdad que los congresistas son los legisladores por excelencia dado que dictan leyes que tienen carácter vinculante e imperativo dentro de sus países, pero también lo es que los PA la ejercen, sólo que dada la naturaleza horizontal de la supranacionalidad, los PA proponen normas jurídicas (recomendaciones) tal como sucede a la Asamblea General de la ONU que, aunque es un foro político distinto en su forma y en su fondo al Parlamento Andino, por su naturaleza horizontal, también solo emite recomendaciones, salvo las excepciones conferidas al Consejo de Seguridad que tiene capacidad coercitiva y coactiva, esto es, podría decidir el uso de la fuerza.

Ahora bien, en su origen los congresistas y los parlamentarios andinos son exactamente iguales pues son elegidos mediante sufragio directo y universal en sus países y por esta realidad política es que ambos -C y PA- no están sujetos a ningún mandato imperativo -nadie los manda solo el pueblo- y tienen el atributo exclusivo del ejercicio del control político y de fiscalización por lo que cualquier autoridad está en la obligación de acudir ante su convocatoria la misma que ni siquiera requiere estar fundamentada.

Ninguno tiene más poder que el otro, pasa que la alta investidura que poseen -gozan de inmunidades y privilegios- es para ámbitos distintos. Finalmente, siendo que ambos se dedican a la labor parlamentaria por antonomasia todo el tiempo, los C por asuntos nacionales (marco vertical) y los PA, por temas supranacionales (marco horizontal), jamás colisionan políticamente; al contrario, se complementan.