El mundo tiene que estar al revés como para que Pedro Castillo, el doblemente preso por el golpe de Estado y las corruptelas de su gobierno, haya enviado una carta al presidente chileno Gabriel Boric, para cuestionarlo por haberle dado la mano a la mandataria peruana Dina Boluarte, y para hablarle de… ¡ética! Sí, de eso que tanto faltó en su régimen podrido de los Bruno Pacheco, Juan Silva, Fray Vásquez, Alejandro Sánchez y la guarida de Sarratea.
Según el diario La Tercera, el recluso del penal Barbadillo ha enviado una misiva al gobernante chileno diciéndole que las manos de Boluarte están manchadas de sangre por los muertos durante las protestas de fines del año pasado e inicios del presente, en la que además, como es costumbre en el profesor chotano, aprovecha para victimizarse, hablar de “indios e indias” y decir que fue destituido violando sus derechos porque jamás se sometió a “intereses mafiosos”.
Este pobre hombre que hace mención a Salvador Allende y a Augusto Pinochet, como si supiera quiénes fueron, llama la atención a Boric, quien se reunió la semana pasada con Boluarte en Washington, y le pide “no privilegiar los negocios sobre la ética”. Castillo hablando de ética, cuando primero debería aclarar las acusaciones de que recibió bolsas con dinero a cambio de direccionar licitaciones. Qué dirán Geiner Alvarado, Salatiel Marrufo y Sada Goray.
Castillo debería saber que no está preso ni por campesino ni por rondero, sino en primer término por el golpe, algo que conocen muy de cerca Aníbal Torres y la reclusa Betssy Chávez, y también por las múltiples acusaciones de corrupción que pesan en su contra. Acá el único golpista es él tras los sucesos del 7 de diciembre del año pasado. De no haber hecho ese intento de interrupción constitucional, quizá seguiría en Palacio de Gobierno destruyendo el país.
Lamentablemente Castillo sigue dando vergüenza a nivel internacional, aunque a estas alturas quizá sus únicos aliados fuera del Perú sean ese pobre señor mexicano conocido como AMLO y el colombiano Gustavo Petro, a quien le están pidiendo que aclare si tiene adicciones a sustancias extrañas. Ni siquiera Boric, quien en un inicio salió en defensa del golpista, ha insistido en sacar cara por este sujeto que no verá la luz en muchos años.
