La negativa del presidente Humala a promulgar el tratado de extradición con Francia ha generado muchas suspicacias sobre las verdaderas razones que la motivan. Sobre todo considerando los vínculos que tendría con ese país y las cada vez menos claras cuentas que Nadine Heredia tendría que rendir a la justicia peruana una vez que desaloje Palacio. A raíz de la presión política y mediática, el premier Pedro Cateriano, abogado constitucionalista y, según dicen, gran demócrata, salió en defensa de su presidente sosteniendo que el Gobierno ratificará el tratado, el mismo que será publicado este fin de semana.
En 2011, antes de que Cateriano asumiera la cartera de Defensa, el presupuesto en gasto militar era de S/.246 millones. En 2015 alcanzó S/.3047 millones. ¿A qué se debe este incremento? No lo sabemos, ya que la mayor parte de estos gastos pertenecen a una partida secreta. ¿Sabrá Pedro que dentro de los mecanismos de buen gobierno que caracterizan a los países OCDE y que son necesarios para la gobernabilidad, la estabilidad y lograr acabar con la corrupción (contra la que tanto dice luchar) se encuentran la transparencia, el acceso a la información y la rendición de cuentas?
Esta semana, el Jurado Electoral Especial Lima Centro consideró que el Presidente violó la obligación de neutralidad que tiene toda autoridad de acuerdo con la Ley Orgánica de Elecciones. Y Pedro calló. Pero le permitió a su ministro de Justicia defender a su Presidente. Mientras tanto, el Presidente inocentemente sostiene “¿Ahora criticar la historia es meterse en la campaña electoral?”. No contento con ello, siguió refiriéndose a las reparaciones civiles que se le deben al Estado peruano por procesos relacionados con el gobierno de Fujimori: “Eso es cierto y no involucra ningún tema de injerencia en campaña”, demostrando que él cree estar por encima de la ley. Y Pedro siguió callando.
Cuando lo de las agendas de la Primera Dama se hizo público, Pedro calló. Pero raudo firmó la resolución suprema destituyendo a la procuradora Príncipe, encargada de la investigación contra Nadine Heredia, la de la luz verde. Las credenciales democráticas, como la reputación, se deben construir a lo largo de una vida, pero se pueden perder en cuestión de segundos. Estas deben necesariamente demostrarse en la práctica, particularmente cuando se alcanza el poder. Por mantener el fajín ajustado a la cintura, Pedro parecería estar dispuesto a sacrificar las que el establishment le adjudica.
