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Dos personajes de trascendencia en la política peruana han entrado a tallar de repente en la segunda vuelta electoral, cuya fecha de definición es el 5 de junio. Estamos hablando del reconocido economista y asesor internacional Hernando de Soto y del ex secretario general de las Naciones Javier Pérez de Cuéllar.

Ambos, en algún momento, han tenido la Presidencia de la República en la mira y, en el caso del diplomático, incluso plasmó su intención como candidato en 1995, cuando cayó derrotado a manos del hoy preso Alberto Fujimori. Y el autor de El otro sendero resulta algo así como el eterno postulante y hay quienes creen que lo estamos desperdiciando al negarle, pese a sus méritos, una alternativa real frente a las riendas del país.

Resulta que De Soto se ha estrenado ayer como parte del equipo técnico de Fuerza Popular, es decir, de Keiko Fujimori, y ha prometido que se quedará hasta el final de la campaña. En 2011 ya le había suministrado el mismo apoyo sin mayor suerte frente a Ollanta Humala. ¿Cuál será su aporte ahora? Entendemos que la aspirante presidencial busca sumar la mayor cantidad de adhesiones, ya que PPK le ha sacado ventaja en ese aspecto al hacerse del respaldo de varios personajes, algunos de ellos rivales por Palacio hasta hace un mes.

Y, precisamente, entre los últimos oferentes políticos de Kuczynski aparece Javier Pérez de Cuéllar, quien incluso confiesa ser “testigo de su integridad personal e idoneidad para el alto cargo al que aspira”.

Así camina de momento el balotaje en el Perú. Con los finalistas jugando sus últimas cartas, con pullas incluidas, en pos del voto que marque la diferencia.