En San Isidro, el dueño de un perro que ladre molestando a los vecinos será multado con S/4050. El alcalde y algunos regidores justificaron esta ridícula ordenanza aduciendo que los ladridos son producto del maltrato animal.

La Ordenanza N°459, que regula los ruidos molestos, busca que los ruidos de fiestas, remodelaciones de inmuebles y mascotas sean controlados y sancionados. La ordenanza no dice nada sobre el maltrato animal, pues este se regula por la Ley N°30407, Ley de Protección y Bienestar Animal; por ende, esta ordenanza no podría regular el maltrato animal, pues ya está regulado.

Parece que el alcalde, a pesar de ser abogado, no tiene claro que, legalmente, una multa debe ser proporcional y racional; si no lo es, debe derogarse.

¿Es proporcional y racional que si un perro ladra mucho se multe al dueño con S/4050? Peor aún: ¿es una multa suficiente medida para un caso de maltrato animal o hay que aplicar la ley que castiga hasta con prisión efectiva el maltrato animal?

Llaman la atención los avisos de la Municipalidad y el sustento de sus voceros que, para excusarse por su “metida de pata”, siguen usando el maltrato animal como justificación. La página web de la Municipalidad tiene un gran dibujo de un perro que ladra señalando que se trata de maltrato.

El alcalde debería tener la madurez política de modificar la ordenanza por ilegal, ya que si lo que busca es evitar los ruidos causados por animales, la regulación y multa deben ser proporcionales y racionales. Para el maltrato animal debe aplicar la ley vigente y sus penalidades.

Los vecinos estamos contra el abuso del derecho. Y no se trata de “contracampaña”; son quienes gobiernan San Isidro expidiendo ordenanzas ilegales los que están en contra de los habitantes del distrito. Y de los perros.