El Ministerio de Cultura, ese fantasma absoluto en tiempos de pandemia, debería aclarar el misterio de por qué motivo acaba de pagarle 30 mil soles a un cantante de nombre Richard Cisneros Carballido, conocido en el mundo de la farándula y de los escandaletes como “Richard Swing”, mientras de otro lado artistas de verdad y gente que aporta con su dedicado trabajo al ámbito cultural, languidece en la incertidumbre y la falta de apoyo estatal que sí han tenido otros sectores.

Irónico que ayer en nuestra edición de Correo, hayamos dado cuenta de los 30 mil soles recibidos por “Richard Swing” a cambio de “charlas motivacionales” para el personal del Ministerio de Cultura, y que en la página siguiente, a través de una magnífica entrevista de Bryan Paredes, el director Alberto Ísola nos haya contado, aunque con optimismo por el futuro, la dura situación que atraviesan el teatro y las miles de personas dedicadas a las tablas desde el inicio de la pandemia.

“Richard Swing” puede ser muy cantante y hacer con su imagen y su música lo que le parezca. Si tiene muchos o pocos seguidores, bien o mal por él. Es su tema. Este es un país libre. Pero lo que no se ha explicado aún es por qué el Estado, a través del Ministerio de Cultura, tiene que estarle pagando por servicios dudosos que la cartera a cargo de la ministra Sonia Guillén no ha aclarado al país por más que este tema lleva varios días dando vueltas.

El Ministerio de Cultura, que no ha tenido mayor relevancia en esta emergencia pese a la gran necesidad del diseño de políticas para paliar la crisis en los sectores de arte y la cultura, que han sido golpeados en medio de esta tragedia, tal como hemos venido informando en este diario, debe ser transparente también sobre los pagos que el mencionado cantante ha recibido no solo en las últimas semanas, sino desde que se inició el gobierno del presidente Martín Vizcarra en marzo de 2018.

Si el premier Vicente Zeballos quiere proponer nuevos impuestos, como ya lo ha hecho hace unas semanas, los contribuyentes tenemos derecho a preguntar si eso va a servir para asuntos realmente productivos o solidarios en medio de esta tragedia que vivimos, o para pagarle al cantante “Richard Swing” por “charlas motivacionales” a servidores públicos. El Ministerio de Cultura debe una explicación muy convincente a todos los peruanos.