Casas inundadas en la provincia de Huancayo, un huaico en la selva central sepulta a un auto, lluvias en el norte, sequía en Puno, en el sur del país y en la Amazonía (la peor en 127 años), niveles del agua en el Lago Titicaca descienden dramáticamente, ola de calor en la sierra que afecta la agricultura... Todo esto sucedía mientras la presidenta Dina Boluarte viajaba fuera del país. Prefiere alejarse de nuestra realidad.
Un informe de El Comercio dio cuenta que la mandataria ha realizado más viajes internacionales que visitas a las provincias más vulnerables del Perú. Tuvo reuniones en 8 ciudades de 4 países. Como contraparte, nunca fue a once regiones del país, entre ellas cinco de las más pobres. Este patrón revela una desconexión palpable con la realidad y las necesidades de las zonas más deprimidas, poniendo de manifiesto una priorización discutible de sus responsabilidades como líder.
Esta situación deja una consecuencia no tan perceptible, pero muy trascendental, en la medida que afecta algo fundamental para la democracia: la confianza en el Gobierno.
El desprestigio cada vez mayor del Gobierno es el fruto natural de que sus acciones (entre ellas los generosos viajes de la presidenta) raramente tienen que ver con las expectativas de la gente.
Resulta evidente que Boluarte parece inclinarse hacia giras innecesarias en el extranjero, quizás motivadas por la búsqueda de reconocimiento internacional.
Además, la tendencia de la presidenta a viajar con comitivas numerosas ha generado preocupaciones adicionales. En los primeros cuatro viajes al extranjero, el presupuesto manejado ha sido ostentoso, superando el millón de soles.
Resulta imperativo que el Congreso asuma una posición más responsable al otorgar permisos para los viajes internacionales de la señora Boluarte. Dichos permisos deberían concederse únicamente cuando se demuestre su utilidad directa para el país. El privilegio de viajar al extranjero debe ser respaldado por un propósito claro y beneficios palpables para la nación.
Si Dina Boluarte y su equipo no hacen un análisis de que la actual crisis es una consecuencia de su incapacidad y la desaprensión que tienen por los recursos públicos, estamos perdidos.