Sean o no verdad, los chismes, rumores y teorías -conspiranoicas algunas, otras no tanto- apuntan a que el indulto a Fujimori es ya una decisión tomada.

La repentina salida de Marisol Pérez Tello -quien se opuso al indulto- del Ministerio de Justicia, luego de haberse comprado el pleito con las procuradurías y sin razón aparente, podría ser un indicador.

Por otro lado, algunos personajes clave cercanos al fujimorismo o al Gobierno afirman -en privado, claro- que Kuczynski ya ha confirmado su decisión y que solo estaría esperando el momento políticamente correcto para anunciarla.

En lo personal, creo que la figura del indulto, tal y como está, simplemente no debería existir. Eso de “gracia presidencial” no es más que un rezago monárquico que desnaturaliza burdamente la separación de poderes y le da la facultad al Ejecutivo de injerir sobre una decisión judicial. En todo caso, si pudiera perdonarse la pena por motivos humanitarios, esto debería ser tarea del propio Poder Judicial, a través de un debido proceso y ciñéndose siempre al Derecho. Esto, además, haría que el indulto esté un poco más libre de politiquerías.

Sea como sea, el asunto es que ya fueron suficientes los meses de incertidumbre. No solo para quienes se oponen a la excarcelación de Fujimori, sino para quienes sí creen que es poco humanitario que continúe tras las rejas. Eso de estar esperando el “momento correcto” es, cuando menos, insultante para los ciudadanos.

Presidente: deje de jugar. Si su decisión ya está tomada, anúnciela ya. Y si no, pues, decídase, que los peruanos no estamos para perder el tiempo.