El dueño de Alianza para el Progreso (APP), César Acuña, ha mentido junto a sus voceros al tratar de lavarse las manos por la presencia en su partido en calidad de militante debidamente inscrito, del terrorista Juan Santos Romero, el que tenía una organización de fachada que se dedicaba a adoctrinar a niños y adolescentes en la prédica senderista, mientras lanzaban cánticos y loas a criminales de alto vuelo como Abimael Guzmán y Elena Iparraguirre.
Esta agrupación política ha señalado que la responsabilidad de que semejante hampón haya sido parte de sus filas, lo cual le sirvió para tener trabajo como sereno en la gestión edil de Acuña al frente de la Municipalidad de Trujillo, es del Jurado Nacional de Elecciones (JNE), al que se envía un registro de los afiliados que debió ser revisado por ellos para la inscripción final. Esto ha sido desmentido de plano por el órgano electoral, que dice que la verificación de los antecedentes de los militantes de un partido corresponde a este.
Así que queda claro que la responsabilidad de haber tenido a un terruco en sus filas, al que además dieron empleo por la vara que tenía al ser del partido, es solo de APP, que ya se ha hecho famoso por su aporte de delincuentes, sinvergüenzas e impresentables a la política peruana. Hace solo dos días han ampliado la prisión preventiva a un desaforado congresista del partido de Acuña que afronta un proceso por violación sexual contra una trabajadora del Poder Legislativo.
¿Qué dirá Acuña de esto? ¿Qué también es culpa del JNE? ¿O de los medios? Y es que el líder apepista ha dicho también que estos hechos son destacados por la prensa porque se trata de su partido político. Sin embargo, debería saber que el hecho que haya un senderista y además adoctrinador de menores dentro de una agrupación política que tiene congresistas, gobernadores regionales, alcaldes y que de vez en cuando coloca un ministro, es noticia en cualquier parte del mundo, así no le guste al paisano, amigo y escudero de Pedro Castillo.
En lugar de tirar la pelota a otro y encima ser desmentido, Acuña y su partido deberían pedir disculpas al país por las tremendas joyas que reclutan como candidatos y militantes. Además, sería bueno que se preocupen por poner gente más eficiente en regiones y municipalidades como las del norte del país que por muchos años han estado en manos de APP. Hoy ante la llegada del fenómeno El Niño, vemos que estos personajes han estado dedicados a cualquier cosa, menos a hacer una buena gestión.