Las muertes del suboficial PNP José Sonco en Juliaca y de seis soldados del Ejército ahogados en el río Ilave, son actos de terrorismo, que se define como “acto de extrema violencia, más allá de lo normal, para infundir temor con fines políticos”. Esto no puede quedar impune.

Estos actos no son protestas sociales. Forman parte de la cuarta ola terrorista. La primera fueron los intentos leninista en los 30 y 40. La segunda la vimos en el foquismo, la tercera fue el maoísmo, y la cuarta todas las formas de lucha incluyendo las protestas sociales.

Actualmente, se emplea la combinación de la tercera y cuarta ola. La primera para respaldarse en una ideología radical, y la segunda como pretexto para reivindicaciones sociales defendidas por la izquierda, con ideologías de Negri y Gramsci. El primero manifiesta que “la estructura del poder militar no es capaz de neutralizar a sus enemigos cuando éstos se organizan en red”; y el segundo, consiste en infiltrar al Estado desde adentro a fin de destruirlo.

Estos asesinatos fueron cometidos sabiendo que las fuerzas del orden no usarían sus armas por temor a ser procesados como criminales, pues para sus efectivos no existen los derechos humanos. Además, no hay congresistas que coloquen flores en el Congreso, ni violentistas que vayan a la casa de una congresista a colocar ataúdes con nombre de los soldados fallecidos, mientras la llamada “prensa alternativa” da información sesgada afirmando que los soldados habían sido obligados a cruzar el río.

Lo acaecido merece una reflexión. No encontremos culpable donde no lo hay. El oficial es entrenado para tomar decisiones ante presión. El riesgo de ver peligrar la vida y la de sus soldados, lo llevo a cruzar el río. Era lo más factible para salvaguardar a su tropa evitando “el costo social” de emplear sus armas.

Al permitir más brechas contra la seguridad, el gobierno está brindando espacios más amplios que son utilizadas por la violencia, que ocasiona efectos desmoralizadores en las fuerzas del orden. Mientras el gobierno no adopte medidas que reduzcan los espacios de violencia asumiendo una posición más fuerte de acuerdo a las leyes y a la constitución, esto continuará.