La República de Costa Rica goza de una estabilidad política digna de destacar en la región. Su Constitución data de 1949, no ha caído en la sucesión de textos constitucionales que caracteriza a Iberoamérica, goza de una consolidada alternancia democrática y un sistema de partidos. Se confirma que la continuidad democrática brinda sus frutos para la estabilidad y gobernabilidad en el tiempo. La sede de la Corte Interamericana de Derechos Humanos en San José de Costa Rica tiene sentido, pues se trata de un Estado con una ciudadanía e instituciones sensibles a la protección a los derechos fundamentales reconocidos en la Convención Americana de 1969.
Las políticas públicas del Gobierno costarricense se enfocan en la educación, sostenibilidad y biodiversidad. No es de extrañar que su frase más conocida sea “Pura Vida”, una respuesta al saludo amical que equivale a “muy bien”; Como sabemos, nuestra marca Perú es “Mucho Gusto”, ambas frases se complementan y refuerzan en el marco de nuestra histórica buena relación. Conocer de cerca las raíces institucionales de un Estado sin ejército y apreciarlas como profesor de derecho constitucional sin duda será un enriquecimiento para compartir. Sobre la misión diplomática, el trabajo y compromiso como representante de nuestro país consiste en estrechar los lazos de relación política, cultural y comercial entre ambos estados. Tengo el honor de asumir la responsabilidad confiada por el Poder Ejecutivo.