Lamentables las palabras del presidente Pedro Castillo, quien ha señalado que la carencia de alimentos a causa de una crisis mundial que ya atemoriza a muchos, en el Perú solo afectará “a los ociosos”.
Lejos de ofrecer soluciones y ser solidario y empático con la preocupación de sus gobernados, a este personaje que dice ser “magíster” en sicología educativa no se le ocurre nada mejor que agraviar.
El jefe de Estado debería saber que las familias peruanas que puedan estar en situación de vulnerabilidad ante la escases de alimentos, no son ociosas, como tampoco lo son las señoras de los comedores populares y ollas comunes que todos días días hacen malabares para dar de comer a miles de peruanos.
Qué fácil es calificar a la gente de “ociosa” cuando de otro lado se coloca como ministro de Desarrollo Agrario y Riego a un exrecluso sin experiencia en el sector como Javier Arce, que sin duda alguna será un cero a la izquierda en la lucha contra la eventual falta de alimentos.
Los peruanos estamos notificados, ante la escases mundial de alimentos que se anuncia, mejor valerse por sí mismo y no esperar nada de un gobierno encabezado por quien insulta y pone como ministro responsable del asunto a un verdadero náufrago en la materia.