Habitualmente cuando las personas celebran sus cumpleaños se les solicita, al apagar las velas de la torta, que pidan sus deseos más anhelados. Pero alguien les pregunta cuál ha sido tu principal deseo. Habitualmente responden “tener buena salud porque es la base para desarrollar proyectos y aspiraciones futuras”.
Por otro lado, en nuestros saludos de inicio de año , nos deseamos tener buena salud explicitando que estando sanos podemos estudiar, trabajar, viajar, etc. Pero lo más importante es cuando a un papá y / o a una mamá de un bebe por nacer(antes de la ecografía respectiva) se les pide que expresen qué sexo esperan del ser concebido. Generalmente dicen que lo fundamental es “que nazca y crezca sanito o sanita”
Lo señalado nos muestra lo trascendente de la salud de la persona como base para su desarrollo presente y futuro. Formación que debe tener como base el desarrollo de la persona de manera holística en todo lo que tiene como tal. Por ello, los sistemas educativos para ser de calidad e inclusivos, antes de diseñar una gestión estratégica pertinente en lo pedagógico y en lo institucional, deben tener claridad que la institución educativa debe tener como propósito: “educar para conservar la salud”.
Las personas a lo largo de la vida deben desarrollar los aprendizajes que tienen que ver con la prevención de la salud física, mental y social. Lo cual comienza con el desarrollo creciente de la autoestima e identidad a fin de valorar y cuidar nuestro cuerpo para aspirar a reconocer la importancia de nuestro bienestar anatómico-fisiológico y socio-emocional, en el marco del currículo y la tutoría, Igualmente, valorar la importancia de fomentar ecosistemas armónicos y con medidas de bioseguridad.
