El alcalde de Lima, Rafael López Aliaga, ha criticado duramente los contratos firmados por sus antecesores que entregan los peajes de la capital a privados durante varios años, pero no le ha temblado la mano para tomar una deuda de S/4 mil millones que no solo la pagarán él y su gestión sino que usó como garantía los impuestos de alcabala y vehicular que millones de habitantes de la capital abonarán en los próximos 20 años.
Cuatro gestiones ediles consecutivas no podrán usar lo que recaudan debido a un alcalde que, cada que puede, refiere que la crisis económica en la que se encuentra sumida la comuna metropolitana se debe a las gestiones pasadas, específicamente las de Susana Villarán (2011 - 2015) y Jorge Muñoz (2019 - 2022).
A esta falta de congruencia respecto al gasto futuro del alcalde de Lima se suma una nueva controversia: los más de S/21 millones que la comuna pagará por solo 400 motos. En campaña electoral, López Aliaga prometió 10 mil de estos vehículos para hacer frente a la inseguridad ciudadana que campea en la capital y, felizmente, está incumpliendo esta promesa porque, si consideramos los más de 54 mil soles que está pagando por moto, su ofrecimiento inicial ocasionaría una deuda de más S/543 millones que tendríamos que pagar todos los habitantes de la capital.
