En julio del presente año se publicó la Ley N°31031, que busca garantizar la transparencia y la elección por meritocracia de los magistrados del Tribunal Constitucional. Dicha norma se originó en 10 proyectos de Ley, de los cuales, el Proyecto N° 4847/2019 PE, presentado por el Poder Ejecutivo proponía, entre otros aspectos, que cuando el mandato de varios magistrados concluya de manera simultánea, la renovación se realice según la mayor antigüedad de su designación o en su defecto la mayor antigüedad de la colegiatura, términos en los cuales se aprobó; aun cuando el TC había sugerido que sea el propio colegiado el que decida sobre el particular en respeto de su autonomía e independencia.
Hemos visto con motivo de la frustrada vacancia presidencial, declaraciones de un magistrado en favor del gobierno, probablemente correspondiendo al contenido de la citada ley. Esa aparente “reciprocidad” es consentida por ONGs como IDL, catedráticos PUCP y exmagistrados, que piden se postergue la elección, manifestando que este Congreso no tiene legitimidad para elegir un nuevo colegiado y, lo más peligroso, indican que el Legislativo no debería elegir a los magistrados del TC.
En países donde existen TC y desde su creación, sus miembros han sido elegidos con la participación del Poder Legislativo, lo cual les otorga legitimidad. La representación nacional delega en nombre del pueblo la justicia constitucional, la condición de último, no único, intérprete de la Constitución.
En un Estado social y democrático de derecho, el rol jurídico y político que desempeña el TC es fundamental. No se puede permitir que se siga pisoteando la Constitución y las instituciones, y menos que en ocasiones sus propios representantes lo hagan.
Quienes ligeramente sostienen que el Legislativo no debe elegir a los miembros del TC, contravienen la Constitución. Lo hacen los congresistas por no elegirlos oportunamente; y de la misma manera los magistrados que muestran reciprocidad con el poder de turno. Por tanto, es impostergable la elección de nuevos magistrados.