Rehenes españoles libres:La buena negociación

La reciente liberación de los españoles Antonio Pampliega, José Manuel López y Ángel Sastre, que estuvieron retenidos en Siria por el temible grupo terrorista Al Nusra, una rama de Al Qaeda que opera a sus anchas en ese país, revela la fina y acertada negociación que lograron exitosamente quienes estuvieron todo el tiempo del cautiverio cuidando cada detalle para que no se frustre la liberación, y así lograr que vuelvan a casa, lo que harían en las próximas horas desde Turquía, donde se encuentran al cierre de esta columna. Permanecieron retenidos en la golpeada ciudad de Alepo, plagada de terroristas e insurgentes contra el régimen sirio de Bashar al Assad. Para que una negociación prospere es importante nunca jamás subestimar a la otra parte. Cuando se negocia, las partes actúan una a una, es decir, se debe asumir la condición horizontal, donde una no es más que la otra aunque en la realidad no lo sean. Cada una de las partes cuenta con un potencial que sabe utilizar en la mesa, y el éxito está determinado por la sinceridad y la transparencia que denoten en el proceso para alcanzar el resultado esperado. Recordemos las fracasadas negociaciones para liberar a los japoneses secuestrados por el Estado Islámico (EI) o la del piloto jordano -quemado vivo- también reducido por los extremistas. Es verdad que hubo intransigencia absoluta del EI, pero también que los interlocutores de la otra parte se olvidaron de que debían actuar en igualdad de condiciones. Así también sucedió con los estadounidenses retenidos por el EI y que el mundo entero quedó conmocionado al conocer que fueron decapitados. Ad portas de las nuevas elecciones generales en España, convocadas recientemente por el rey Felipe VI ante el fracaso de los partidos políticos para una negociación que permitiera formar gobierno, el actual presidente de Gobierno en funciones, Mariano Rajoy, seguramente capitalizará la exitosa coyuntura para España. Así es la política.