El 10 de mayo de 1940, como hoy, el robusto Winston Churchill, célebre primer ministro del Reino Unido -lo fue en dos ocasiones: 1940-1945 y 1951-1955), inició su primer mandato. Ha pasado a la historia universal como uno de los personajes más notables del siglo XX, sobre todo durante la etapa de la Segunda Guerra Mundial (1939-1945), destacando por su marcada influencia en la política interna e internacional de su país para encarar la guerra provocada por Adolfo Hitler.

Churchill fue esencialmente un hombre de Estado y en ese marco fue uno de los importantes estadistas de la Europa del siglo XX. De una formación humanística impresionante -fue historiador, escritor, militar y ejerció la actividad periodística- este afamado político de notable verso y verbo, simboliza la ecuanimidad y la entereza a la máxima potencia, al guiar con acierto a su país durante la guerra de 1939, preparando a su pueblo y a su rey, Jorge VI.

En efecto, la amenaza nazi jamás amilanó al líder político británico que, ante los avances alemanes, dirigiéndose a la Cámara de los Comunes del Parlamento del Reino Unido al suceder en el cargo a Neville Chamberlain, el 13 de mayo de 1940, hizo célebre la afamada frase: “No tengo nada que ofrecer sino sangre, esfuerzo, lágrimas y sudor”. Se opuso a los republicanos durante la guerra civil española confirmando la política de No intervención que por estas fechas es mentada en nuestra región y en el Perú sin precisar sobre su naturaleza jurídico-política. Le preocupaba y mucho que España impidiera el paso de la Armada inglesa por el estrecho de Gibraltar.

Tuvo carácter y no ocultó su liderazgo en su emblemático encuentro con el soviético Iósif Stalin y el estadounidense Franklin D. Roosevelt, en el palacio imperial de Livadia, en Yalta, Ucrania -anexada por Rusia en 2014-, discutiendo los términos del final de la guerra y las dinámicas del poder que seguían.

Recibió el Premio Nobel de Literatura en 1953 y el gobierno de los EE.UU. lo declaró su Ciudadano Honorable. Murió a los 90 años en 1965, cuando ya era reina Isabel II -hija de Jorge VI-, la monarca que más tiempo lleva al frente de su reino: 69 años, y como la propia reina ha dejado entrever, al mantener con Churchill una de las relaciones políticas y humanas más importantes y de aprendizaje permanente para cumplir su mejor rol como jefa de Estado.

TAGS RELACIONADOS