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El agua que discurre por las diferentes cuencas de la región Arequipa ha disminuido de manera considerable en los últimos años y la amenaza de sequía es cada vez más frecuente. Las lluvias son pocas y lo que se almacena en el sistema de represas es menor y cuando se llega a época de estiaje, la preocupación invade a la población y al agro.

Tiempo atrás estuvo en debate de manera insistente la necesidad de construir microrrepresas, que permitan retener agua antes que se pierda en el mar en época de lluvias.

Por ejemplo, en el 2013 se habló de la construcción de 23 microrrepresas que almacenarían todas ellas 200 millones de metros cúbicos de agua en las cuencas Colca-Majes-Camaná y Chili-Quilca.

La Autoridad Autónoma de Majes (Autodema) construyó tres de esas pequeñas presas en Caylloma. con una capacidad de 385 mil m3 favoreciendo a agricultores de la Pampa de Majes, Santa Rita de Siguas, Valle del Colca y otras zonas. La inversión alcanzó los 530 mil soles.

En la cuenca Colca-Majes-Camaná están en estudio seis microrrepresas en los distritos de Sibayo, Callalli y Lluta para un almacenamiento de 80 mil a un millón 200 mil m3, mientras que en el Chili-Quilca se prevé diez en Juan de Tarucani, Chiguata, Pocsi, Polobaya y San Antonio de Chuca, con un represamiento total de un millón 660 mil m3. Buena idea.

Ahora, la gobernadora regional de Arequipa, Yamila Osorio, ha lanzado la propuesta para hacer presas en el valle de Tambo y no esperar la buena voluntad de Puno y Moquegua, como ocurre ahora.

Calificó de necesarias las represas de Peña Negra y Huayrondo, razón por la cual ha pedido que el Ministerio de Agricultura evalué esas posibilidades y así se alivie la carencia de agua para el Tambo. Solo es cuestión de compromiso y decisión.