Ayer, el presidente sufrió un revés que, si bien era esperado por el Ejecutivo, abre el camino a la inhabilitación de Pedro Castillo Terrones.
La Subcomisión de Acusaciones Constitucionales dio el batacazo al aprobar, por 11 votos contra 10, la admisión a trámite de la denuncia constitucional contra Castillo Terrones por el presunto delito de traición a la patria.
Al respecto de este proceso, el Congreso tiene que hilar fino porque esta es una de las denuncias más endebles que enfrenta el presidente de la República y, desde San Martín, Castillo Terrones ya anunció que dará “una respuesta contundente en las próximas horas”.
Pero ese no fue el único traspiés del Gobierno en el Congreso pues la Comisión de Constitución decidió mandar al archivo el proyecto de ley que planteaba derogar la autografa que acota la cuestión de confianza. El premier Aníbal Torres había pedido presentarse al pleno para, valga la redundancia, solicitar cuestión de confianza a fin de que esta norma sea evaluada por el Congreso.
Se sobreentiende que al no existir el proyecto, Torres Vásquez ya no puede solicitar una cuestión de confianza sobre el mismo, pero estamos en una situación en la que ambos poderes presionan la ley para que se adecue a sus necesidades. Ahora nos queda esperar en qué va a terminar este nuevo enfrentamiento.
