GF Default - Imported ANS Video id=8fad72e5-655c-428e-943a-9ce73bbf09d3
GF Default - Imported ANS Video id=8fad72e5-655c-428e-943a-9ce73bbf09d3

A menos de mes y medio de acabarse el año, el 2017 pasará sin pena ni gloria en cuanto a obras de reconstrucción. Solo habrá una que otra medida de prevención, como la cuestionada descolmatación de ríos sin supervisión externa, un parche que otro en las pistas y nada más. A esto le sumamos lo desconectados que están las autoridades con la sociedad civil.

Recién en el 2018 se prevé que haya una retahíla de obras relacionadas a un cambio en las estructuras de las ciudades golpeadas por las lluvias y los huaicos que cayeron en verano del presente año. Sin embargo, tampoco es seguro que todo empiece en enero, así que entraremos al año de la incertidumbre.

Luego de que se anunciara un periodo lluvioso en las costas del país para el año venidero, que incluye al norte, y después, la posible presencia de La Niña, un lapso de sequía, no hay seguridad con que los primeros meses del año empiecen las obras de la reconstrucción. Al menos, por ahora, nadie dice lo contrario.

Si hay precipitaciones pluviales, olvídense, puede que en abril sea la partida de las obras. Así que vamos a rezar para que el próximo año las lluvias no caigan y La Niña sea solo pasajera. Además, debemos darles un orden a las obras: ¿Empezamos por carreteras, ríos, colegios, quebradas, hospitales o todo junto?

Empecemos por la prevención. Según los expertos de los colegios de ingenieros, la descolmatación de los ríos no es la solución para los desbordes, sino el reforzamiento de los diques. Pero, vamos, el Ministerio de Agricultura, a través de Agro Rural, piensa lo contrario. Lo peor no es esta discrepancia, sino que la gente y sus casas serán los conejillos de indias.

Pese a que todos queremos el bienestar de las mayorías, en algunas regiones pareciera irreconciliable el ánimo entre las autoridades encargadas de la reconstrucción y la sociedad civil. Así, será difícil llegar a un acuerdo. Es más, nadie da el paso para volverse a juntar. Es una lástima para todos.