El panorama del país ha dado un giro olímpico el último año; representado simbólicamente en la Villa Panamericana, que hace un año se preparaba para hospedar a 8 mil atletas de alto rendimiento, y hoy es un complejo hospitalario que atiende a más de 1000 personas por COVID-19.

Sin embargo, considero que ese contraste ejemplifica algo que nos vendría bien recordar; los peruanos sí podemos.

Al éxito de los Panamericanos y Parapanamericanos le precedió una serie de críticas y escrúpulos respecto de nuestra capacidad como país para estar a la altura de ser dignos anfitriones. Pero fueron un testimonio ante el mundo de la aptitud de los peruanos. Nos demostraron el alcance de nuestra capacidad de organización cuando las personas correctas están a cargo de los proyectos.

Los peruanos somos inventivos, talentosos, y muy trabajadores. Los Panamericanos fueron la prueba de que esas cualidades.

Hay una distancia imponderable entre la organización de los Juegos Panamericanos y el manejo de una pandemia como la que hoy vivimos. Pero mi objetivo no es hacer una comparación; es transmitir que el Perú sí puede. El Perú puede -incluso-, cuando parece que todo le juega en contra. Cuando Estado, sociedad civil, y empresa privada nos articulamos en torno a un objetivo superior; podemos sorprendernos incluso a nosotros mismos.

Hoy es difícil encontrar noticias alentadoras. Por eso creo que es importante recordar que tenemos el potencial para sobrellevar la crisis que hoy nos encara. Acá el elemento clave es un liderazgo honesto, eficiente y eficaz, que sepa gestionar y estructurar todo nuestro potencial. Es, entonces, el gran reto del nuevo gabinete ministerial abocarse a esta trascendental tarea. Confiemos en que estarán a la altura. Y recordemos que el Perú sí puede.