GF Default - Imported ANS Video id=8fad72e5-655c-428e-943a-9ce73bbf09d3
GF Default - Imported ANS Video id=8fad72e5-655c-428e-943a-9ce73bbf09d3

16 años recorriendo el Perú, con la mochila al hombro, las ganas de rendir homenaje a su tierra, convirtiendo a Costumbres en una apuesta de vida. Sonaly Tuesta, periodista, poeta, viajera incansable, enfrenta la peor de sus batallas, la que nunca imaginó, pero lucha, resiste,

saldrá intacta; de eso no cabe duda. Y así será, para que se entere, se hinche de orgullo, de cómo un país entero se preocupa por ella, reza, pide que se levante con una sonrisa a seguir con lo suyo, que también es de todos. No lo creerá tampoco que en tiempos de Combate y Esto es guerra fue portada de diarios, le dieron páginas enteras para hablar de su salud y por fin... de su trabajo, espacios que se merecía

hace mucho, reconocimiento que no busca pero merece con justicia. Sonaly, nacida en Lámud (Amazonas),

43 años, hija de maestro, cronista inquieta, madre de dos hijos, nunca imaginó que Costumbres llegara a tanto, como tampoco que al cabo de 16 años, gracias a su trabajo, ya nadie mire de lado, de reojo, nuestras tradiciones, tan vivas y vigentes en cada rincón de nuestro país. Sonaly baila con todos, cuenta historias, come en la misma mesa, celebra con devoción, nos devuelve la fe de que nuestro pueblo no ha perdido la alegría, que a pesar del dolor también festeja; que no ha apagado su risa ni tampoco sus “Costumbres”. Así es ella y así la vimos el año pasado cuando compartimos la presentación de la biografía de Dina Páucar en la Feria Internacional del Libro de Lima. Sonaly estaba feliz de que en un evento de esa categoría brillara con luz propia una mujer que representaba a la cultura popular, a la mujer migrante, luchadora y sobre todo exitosa y orgullosa de sus raíces.

Y preparó su discurso, “yo mejor lo leo”, nos dijo esa noche. Guardé el texto que dice mucho de Sonaly, de su pluma, sus afectos y su afán de reivindicar lo nuestro. Un parrafo como muestra: “La memoria de Dina es ella misma que se ha traído a la música sus cariños y apegos, sus desventuras. Esos saberes que están tatuados en nuestros cuerpos y corazones, esos que algún día afloran y nos dibujan la casa, la de Irma Chico por ejemplo. De allí nace el orgullo y cuando este se vuelve fuerte, pues es imposible que alguien nos detenga. Hasta que el éxito es tanto, que la oficialidad, a veces de espaldas a lo que sucede en los pueblos, voltea la mirada y abre las otras puertas de la gloria”. Sonaly escribe, reconoce, revalora así es ella, Sonaly de todos los peruanos.

TAGS RELACIONADOS