Cumplir 30 años en la música y haber logrado mantenerla vigente es todo un mérito y no solo se debe ver como un frío número para la estadística. Gian Marco Zignago, en plenos preparativos para su concierto de celebración de tres décadas en la industria, es el mejor ejemplo de cómo el talento y la pasión por la música se fusionaron con decisiones acertadas en el manejo de una carrera que le ha permitido lograr sus objetivos. Desde que se inició cantando temas de la nueva trova en escenarios barranquinos, el hijo de Regina Alcóver y Joe Danova supo que lo suyo era la música y que debía pensar cada paso que daba;  por eso, tras discos exitosos en su tierra entendió que había buscar nuevos rumbos.

El cantautor peruano, en tiempos en los que no eran influyentes plataformas y redes sociales, decidió dejar su país donde gozaba de gran popularidad para tentar suerte fuera, Miami fue el lugar elegido y su vinculación con Emilio Estefan fue vital para abrirse camino como compositor. Este es un paso importantísimo para poder trascender internacionalmente, aunque suene duro, nuestro país. a pesar de los grandes talentos que existen, su influencia en la industria es casi nula, entonces buscar alianzas estratégicas siempre será muy importante.

Zignago siempre entendió eso, y además, que debía rodearse de un equipo y trabajar como si aún fuera un principiante, porque en estos tiempos, más que nunca, la competencia es brutal y siempre hay que estar un paso adelante, sobre todo si  decides mantenerte en un género que no es la tendencia musical. 30 años dedicándose a la música, viviendo de ella, abriendo mercados, buscando espacios, enfrentado a los haters, controlando sus emociones, no es nada fácil y él lo sabe, además de haberse convertido, les guste o no a muchos, en un referente para los talentos locales que quieren ser conocidos en otros mercados. 

Gian Marco tiene motivos para celebrar una carrera que aún tiene mucho por aportar y entregar a la música, una trayectoria que le ha dado logros como compositor e intérprete, un auténtico profeta en su tierra.